lunes, 24 de mayo de 2010

Se lanzó la Coalición por una Radiodifusión Democrática en Mendoza

El miércoles 19 de mayo quedó oficialmente constituida la Coalición por una Radiodifusión Democrática en Mendoza. El lanzamiento de la Coalición tuvo lugar en la Secretaría de Cultura de nuestra provincia, donde se hicieron presentes distintos sectores que han confluido en este nuevo espacio.

En el acto de inauguración de dicha organización se leyó un documento que sintetizaba los principales objetivos que se propone la Coalición y también mencionaba los distintos sectores representados en este espacio. En este sentido, el documento dice que “la Coalición por una Radiodifusión Democrática, integrada por representantes de organizaciones sindicales de los trabajadores, sus centrales obreras, de los movimientos sociales, de Derechos Humanos, de emisoras y claustros universitarios, del movimiento cooperativista, de radios y canales comunitarias y pequeñas pymes, de los Pueblos Originarios, ciudadanas y ciudadanos en general, ha transitado un largo camino con un claro objetivo: La Ley de Medios Audiovisuales de la Democracia”.

El principal reclamo de la Coalición, plasmado en el documento leído durante el acto, consiste en la inmediata aplicación de la Ley 26.522 de la democracia, ley que llevó 26 años conseguir. Sobre este aspecto el documento hace mención a que “desde el año 1983, la mayoría de los partidos políticos llevaron en su plataforma el mandato de derogar el decreto-ley 22.285 de radiodifusión de la dictadura”. Y agrega que “más de 73 iniciativas legislativas se presentaron en el Congreso de la Nación y que debido a la presión de los grupos monopólicos ninguna llegó siquiera a debatirse en el recinto”.

Esto nos ayuda a comprender la verdadera dimensión de lo que está en juego y el enorme poder que posee la corporación mediática para defender sus intereses. Enorme poder que cuenta con una gran influencia en distintos sectores políticos, judiciales y empresariales. Por ejemplo en el Congreso de la Nación el monopolio está debidamente representado por Silvina Giudicci, presidenta de la Comisión de Libertad de Expresión, por Patricia Bullrich y Elisa Carrió, que defienden incansablemente los intereses de la corporación mediática, y también por Enrique Thomas, quien fuera el encargado de presentar el recurso de amparo, a través del abogado Luis Leiva, que imposibilitó la implementación de la nueva ley de medios. Pero la gran influencia que posee la corporación mediática también se hace presente en el plano judicial. La jueza de primera instancia de la Justicia Federal de Mendoza, Olga Pura de Arrabal, fue la encargada de dar lugar al amparo que suspendió la vigencia de la ley de servicios de comunicación audiovisual. Es la misma jueza que falló a favor del barrio privado Dálvian en un conflicto que mantenía con la Universidad Nacional de Cuyo por unos terrenos. El Dálvian es el barrio en el que vive la misma jueza. Pero esto no es todo; el dueño del complejo privado es Daniel Vila, principal accionista del Grupo Uno. Desde los diferentes medios de este grupo se militó abiertamente en contra de la ley de medios de la democracia. No es casual que se haya acudido a la justicia federal de Mendoza para trabar la ley en cuestión. Esto es sólo una pequeña muestra de los innumerables lazos que atan a la corporación judicial con la corporación mediática. No sólo la corporación judicial favorece a los grupos mediáticos concentrados, sino que estos grupos les devuelven el favor a los jueces que han sido obsecuentes con ellos, favores que se traducen en campañas en donde se defienden a distintos representantes de la justicia denunciados por crímenes de lesa humanidad. En estas campañas se utilizan distintos argumentos que básicamente sostienen, de forma solapada, ya que no lo podrían hacer abiertamente, que la política de DDHH consiste en una persecución, y en el caso de los jueces, una persecución a todos aquellos que no obedezcan las directrices del Gobierno Nacional. Nada más falso. Este Gobierno ha sido uno de los pocos que ha respetado a rajatabla la independencia de los poderes.

Es fundamental poder visualizar estos sectores de poder que se mantienen ocultos pero que ejercen una influencia poderosa en distintos ámbitos sociales. Ya sabemos como la corporación mediática tergiversa, miente, oculta, invisibiliza, “desinforma informando”. Es por esto que la conformación de la Coalición por una Radiodifusión Democrática en Mendoza es de enorme importancia. En primer lugar porque permite la articulación y la acción conjunta de diversos sectores sociales, a través del diálogo, el acuerdo, el entendimiento y la comprensión, lo cual significa un enriquecimiento de nuestro sistema democrático. Y en segundo lugar porque si bien en la provincia se viene luchando desde hace tiempo a favor de esta ley, era necesario un espacio que aglutinara a los distintos sectores mencionados para poder actuar con operatividad, ya que la lucha por una nueva ley de medios no terminó con su aprobación en el Congreso y tampoco terminará con una resolución favorable de la Corte Suprema. Si bien estos son pasos necesarios para que la ley pueda ser implementada, la corporación mediática no se rendirá fácilmente y es por ello que es fundamental la organización de los innumerables sectores sociales que apoyan la nueva ley de medios.

La Coalición seguramente brindará herramientas de análisis para que toda la ciudadanía pueda visibilizar los intereses que realmente defiende la corporación mediática, desnudando de esta manera a un sector de poder que por muchos años se mantuvo oculto, que operó y opera incansablemente a favor de sectores e intereses antipopulares.

No obstante, a partir de la discusión y el debate público que comenzó con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la corporación mediática ha perdido gran parte de su capital simbólico. Este concepto, desarrollado por el sociólogo francés Pierre Bordieu, describe el capital que alguien acumula en forma de honor, honradez, generosidad; es decir, cierto prestigio acumulado durante años por distintos factores. En el caso de los medios de comunicación, este prestigio consistiría en la credibilidad. Justamente lo que ha perdido la corporación mediática desde el comienzo de la discusión de la ley es la credibilidad con la que antes contaba, y la ha perdido porque se ha cuestionado el papel que cumple y que ha cumplido durante todos sus años de existencia.

La Coalición, por lo tanto, será una herramienta más, más allá de la ley, para poder analizar, debatir y contrarrestar el papel que la corporación mediática cumple en la actualidad. Y también será una herramienta fundamental para preguntarnos qué medios de comunicación queremos y que función queremos que cumplan. Sin duda la respuesta será que necesitamos medios de comunicación dedicados a profundizar el sistema democrático, la participación ciudadana y el compromiso social. Todos valores contrarios a los que sostienen los medios de comunicación hegemónicos.

Saludamos con mucha alegría la conformación de este nuevo espacio y esperamos que cumpla todos los objetivos que se proponga.

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